LA ESTRELLA DE NAVIDAD
Erase una vez una pequeña estrella de Navidad que vivía solitaria en un antiguo trastero. La estrellita estaba muy triste porque hacía tiempo que no la sacaban de aquel polvoriento trastero.
Los dueños del trastero eran una pareja de ancianitos que habían perdido la ilusión por la Navidad, pero un día lluvioso de primavera la pareja de ancianitos se mudaron y olvidaron una pequeña caja en un rincón del trastero donde estaba la estrellita. Así que pasaron unos cuantos años hasta que una pareja joven con 3 hijos le compraron la casa a los ancianitos.
Un día, no, un día cualquiera no, era un día especial, era el día de Navidad así que la familia fue a poner el árbol de Navidad así que la familia fue a poner el árbol de Navidad cuando la niña se dio cuenta de que faltaba una bonita estrella en el árbol, así que le dijo a sus padres de ir a comprar una pero no le gustaba ningunas de las estrellas. Al día siguiente la familia fue a limpiar el trastero y la niña efectivamente se encontró la cajita con la estrella y le pareció tan bonita que quiso enseñársela a todos, pero luego decidió que se la quería quedar. Al caer la noche la pequeña, llamada Laura se acostó para dormir y de repente vio una luz que venía de dentro de la cajita de la estrella. Se levantó y cogió la cajita, al abrirla vió que la estrella brillaba le habló y dijo-hola Laura soy la estrella mágica de Navidad Brillante y tú me ayudarás a volver a mi casa en el Polo Norte con Papa Noel pero necesitarás alguien que ame la Navidad tanto como tú. Entonces Laura le contó todo a su familia y pensaron que era otra de sus fantasías y su hermano Marcos que tenía 18 años no paraba de decirle que era una cosa imposible pero la única que la creyó fue su hermana mayor de 14 años María. Así que fueron a llevar a la estrella Brillante. Por el camino se encontraron un reno llamado Cascabel que las ayudó a llevar a la estrella a casa.
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